Pésaro es una ciudad de apenas 100.000 habitantes situada en la provincia de Pesaro y Urbino. Tocando al Mar Adriático, esta ciudad italiana es considerada la ciudad de las cuatro "M": mar, montaña, música y mayólicas, un tipo antiguo de decoración basada en la cerámica. En cuanto al porqué de la importancia de la música, cabe destacar que en este municipio fue donde nació el gran compositor Rossini.
Pero lo que aquí nos interesa es el apartado baloncestístico, y es que Victoria Libertas Pesaro no está pasando sus mejores años. El año pasado tuvo que acudir al rescate Austin Daye, amo y señor en el apartado estadístico y en la propia cancha. Si no llega a ser por su tardía incorporación y por la posición final en la Lega de la Consultinvest (nombre del sponsor del año pasado), el MVP hubiera sido para él, aunque, todo hay que decirlo, Nunnally se lo mereció.
Este curso la dinámica del equipo parece ser la misma: luchar por la salvación. Ya sin Daye en el roster, el conjunto que dirige Piero Bucchi ha decidido confiar, entre otros, en Jarrod Jones (2'06/26 años). Este pívot estadounidense nacionalizado húngaro se ha adaptado a las mil maravillas al baloncesto italiano. Es el segundo mejor valorado de la competición, tercer máximo anotador y segundo máximo reboteador de la Serie A Beko. Sus números asustan: 19.3 puntos, 9.8 rebotes para 21.5 de valoración. Es, para muchos y junto con M'Baye, la sensación de la liga.
Su juego es diferente. Es pívot, aunque bien puede jugar de cuatro por su versatilidad. Como se puede ver en el vídeo, tiene buen lanzamiento de media distancia aunque en Europa se ha acercado mucho más al aro y ahora la zona es su hogar más seguro. Resiste bien el contacto debido a su notable físico, que aprovecha también para finalizar muchas jugadas de manera contundente. Para su posición, bota bien el balón, entra a canasta y tiene buenos movimientos en la zona, pero no posee el mejor juego de pies de Italia. Su "pero" es la escasa visión de juego, y es que es más finalizador y tirador que asistente; además, en defensa tiene despistes y tampoco es el mejor intimidador de la Lega. En definitiva, es un pívot muy apto que todavía puede crecer en el baloncesto cuyo futuro se halle en uno de los grandes clubes de Europa. De momento, parece que Pesaro se le ha quedado pequeño. Una cosa es segura: a muchos clubes españoles les vendría bien un Jarrod Jones, pues no ocupa plaza de extracomunitario y aseguraría físico y puntos.